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- La rueda sin rumbo que logró parar
A día de ahora nos encontramos muchas veces en una inercia existencial: hacemos por hacer, sufrimos por sufrir y al final el sentimiento de soledad y vacío es algo más de lo cual acostumbrarnos. En un mundo en constante movimiento y cambio es casi imposible el detenerse y preguntar “¿Por qué?” pero créeme, puede ser algo revolucionario. A través de muchas corrientes, como la estoica, podemos ver que no todo progreso es progreso, y que el hecho de detenernos no es que signifique que hemos fracasado, es mas una oportunidad de redirección. A lo largo de toda mi experiencia en esto a lo que le llamamos vida, me he enfrentado a ciertos retos, retos que no han sido a lo mejor tan difíciles, pero que realmente no disfrute, y al final, me ha dado temor el preguntarme “¿Por qué?” por el hecho en que la respuesta que yo mismo me de sea una que no quiero escuchar, a lo mejor no quiero decirla, pero así como me di cuenta que muchas veces el que trabajemos duro no significa que lograremos algo, así tengo que ser fuerte y averiguar el por qué de mi rumbo, así mismo todos, sin miedo de encontrar la verdad o miedo de que todo lo que hayas construido se derrumbe por tus propias palabras, porque al final que chiste tiene crear un castillo donde tu no descanses, donde tu solo pierdas, donde tu te sientas solo, considero mejor tirar 5 años de construcción de algo que no usare a 12 meses de un plan en el que mi ser no se sienta más atrapado por la intriga de la vida, o las preguntas de ella. Marco Aurelio – "Meditaciones" "Si un hombre no sabe hacia qué puerto navega, ningún viento le es favorable." En más de una ocasión me he quedado pensando, “ ¿será que este es mi rumbo? ” aveces, pienso que de tantas preguntas anulo mis objetivos, que dentro de muchas preguntas no doy parte a la incerteza de una meta imposible, imposible por mi, por mis limitaciones internas, externas, pero más que todo las que me establezco mentalmente. ¿Las personas con objetivos claros se preguntan si su objetivo es legítimo? No lo creo, no creo que pierdan el tiempo en eso, sino más bien se pregunta, ¿Cómo demonios conseguirlo? Al final creo que el objetivo más legítimo que se puede tener es aquel en el cual no se duda ni de las circunstancias ni de las probabilidades, es aquel el cual nosotros decidimos aceptando la imposibilidad de conseguirlo y así mismo teniendo la fuerza y resiliencia de alcanzarlo. Con la imposibilidad de las metas. Friedrich Nietzsche – "Así habló Zaratustra" "Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo." Es como se indica en esta frase, aquella persona que a pesar de la imposibilidad de las cosas no se pregunta el hecho de que la meta sea difícil, sino, en como demonios llegar a ella, una de las pocas maravillas de esta vida es encontrar ese objetivo, pero considero que la búsqueda no se queda en lo externo, todo lo contrario, creo que para que podamos establecer primero un objetivo realista el cual nos guíe en toda la jornada tenemos que tener al menos un poco de fortaleza mental y física para soportar todo lo que pueda venir con tal de alcanzar esa meta. Albert Camus – "El mito de Sísifo" "El único problema filosófico serio es el suicidio." Porque claramente una vida sin objetivo no es una vida, una rueda sin camino no para, y cuando lo hace, cae muerta al suelo, no más esperanzas de seguir, ningún lugar más al que ir, solo la inmensa y plana superficie… Al final, la rueda sin rumbo puede detenerse, pero no para morir, sino para reencontrarse. No hay vergüenza en pausar el camino si eso significa redirigirlo hacia algo que realmente tenga sentido. No hay deshonra en admitir que el rumbo que llevamos no nos pertenece. La vida no es solo resistencia ciega ni simple avance sin propósito; es también la valentía de detenerse, cuestionar y reconstruir. Tal vez nunca tengamos respuestas definitivas, tal vez el miedo a derribar lo construido nunca desaparezca. Pero si hay algo cierto es que más vale detenerse por un instante y hallar un porqué, que seguir rodando sin destino hasta que la inercia nos consuma.
- Negación de tu destino
La negación de lo que crees estar destinado a ser no es del todo malo. Desde mi punto de vista, es un acto de valentía. Aunque no todos podemos lograrlo, intentarlo vale la pena, porque no hay nada más mediocre que vivir una vida que sabes que no es la tuya. Este artículo marcará quizás los cuatro pilares sobre los que quiero establecer mi vida. Puede parecer contradictorio comparado con algunos consejos que he dado anteriormente, pero eso es fruto del constante cambio en el que vivimos. El tiempo, aunque lineal, cambia nuestras metas, nuestros objetivos y, en ocasiones, nuestra vida entera. ¿A qué estoy destinado? Esta pregunta ha sido por mucho la más importante en mi vida y considero que de manera general, para todo el ser humano, ya que en sí le da un rumbo al cual guiarse, nos da una meta, un reto y así mismo nos da energía para seguir ante lo que queremos. Si bien en este artículo no discutiremos el cómo resolver la incógnita, sino más bien, hablaremos de cuándo y cómo negarse al hecho de que en ocasiones, lo que estamos destinados a ser, no es lo que nosotros deseamos. A lo largo de nuestra vida, estamos constantemente buscando un camino que guíe nuestras acciones, valores y esfuerzo. Mi experiencia, aunque corta, me ha enseñado que este camino lo vamos encontrando a través de fracasos, éxitos y decepciones. Cada uno de estos escenarios nos proporciona una pieza del rompecabezas que es nuestro destino. Con paciencia, y a veces con dolor, logramos juntar la mayoría o incluso completarlo por completo. ¿Qué es el destino? Para este punto me gustaría aclarar el significado que tiene “destino” para este artículo, para mí y para el desarrollo de este artículo, ”destino” se refiere al objetivo o camino que probablemente estarás tomando por el resto de tu vida, esto basándose en las acciones constantes que se han desarrollado a lo largo de ella, por ejemplo, una persona que desde los 12 años ha estado manteniéndose en una disciplina que le apasiona, podremos decir que su destino va dirigido por el camino que, si el lo desea, puede llegar a ser un experto dentro de esa disciplina y ganar uno que otro trofeo si se lo propone. Habiendo aclarado ese punto, yo considero que dentro del entorno de nuestras vidas o de los retos que se nos presentan nosotros llegamos a encontrar realmente lo que nos define como persona y complementariamente, nuestro rumbo, en ocasiones los pedazos de rompecabezas salen meramente de pedazos de nosotros mismos, es decir, de un reto que ha tomado demasiado de nosotros. Pero tengo una pregunta… ¿Qué sucede si no acepto mi destino? Como bien he dicho previamente, que el destino resulta de los retos presentados en nuestras vidas (según mi opinión), pero ahora bien, ¿Y si lo que descubrimos después de tantos retos no es lo que nos gusta? ¿ Y si en vez de experiencias nos trae cicatrices? Siempre he creído que al encontrar nuestro destino, será algo positivo, que nos encaminará hacia la mejor versión de nosotros mismos. ¿Pero qué pasa cuando ese destino no coincide con lo que deseamos? A veces, nuestro destino no nos lleva hacia lo que anhelamos, sino hacia donde nuestra identidad o situación actual está siendo dirigida. En una de mis más recientes experiencias escribí en mi journal: Yo no seré encasillado por una sola situación, sin embargo, pretenderé serlo por un sueño imposible, puesto que, el hecho de que lo que busco no es para mí, me hace desearlo más. El contexto de esta frase va así: hace un par de años atrás, tuve la dicha y SUERTE de estar en una beca educativa, en la que honestamente apliqué con pocas esperanzas, esto dado a que era el menos competente de todos los candidatos de mi escuela ; al momento de estar dentro de ella, descubrí un nuevo mundo, uno en el cual no encajaba a la perfección, uno en el cual si hubiera existido una línea de meta imaginaria, yo aún estaría tomando el bus, estaba tan atrasado en cuanto a TODO que no sabía por donde comenzar. Me fijé una meta imposible en ese entonces, ambiciosa para las competencias que tenía. Con el tiempo, mi progreso fue casi nulo. Entonces me enfrenté a dos opciones: aceptar que no pertenecía allí o enfrentar el reto de continuar sabiendo que ese lugar, no era para personas como yo. Fue entonces cuando no acepté dos cosas: rendirme y aceptar mi destino . Si bien el problema no era el lugar en el que estaba, sino, los lugares donde había estado, las personas que había conocido, lo que había ignorado, lo olvidado, lo no aprendido; entonces, el problema era yo , era la manera en como abordaba los problemas, la manera en como aprendía, en como estudiaba, en como trataba. Por tanto, decidí cambiar quien era, cuatro palabras son fáciles de escribir, pero me tomó 4 años en ver un progreso, el cambiar el uno mismo es una de las tareas más difíciles a las que me he enfrentado, puesto que no solo debes de cambiar tus hábitos, sino tu mente, tarea en la que todavía sigo trabajando pero me ha llevado a explorar más mis límites, si bien el primer año estando en ese lugar no cumplí mi objetivo, progresé mucho en el segundo y lo alcancé en el tercero, para el cuarto solo que quedaba mantener el mismo foco y recordar vívidamente. Que ese no era mi destino. No había mucho contexto en ese momento, pero mi objetivo no es contar mi vida, sino dar un ejemplo de cómo el destino puede ser variable . No siempre es el mejor, y está bien luchar contra él, porque al final, el destino es solo un camino, y tú eres quien lo recorrerá. Mi relato personal no da el suficiente material para lo que he querido reflexionar en este artículo, por lo que, tomaremos un pequeño fragmento de la vida del escritor Viktor Frankl (autor de El Hombre en busca de sentido). Frankl, era un psiquiatra que sobrevivió a los temidos campos de concentración nazis que duraron desde 1933 hasta 1939, en su libro habla mucho acerca del sentido de la vida y el destino en sus escritos. Durante su tiempo en el campo, Frankl se dio cuenta de que, a pesar de las terribles circunstancias que no podía controlar, lo único sobre lo que aún tenía poder era su actitud frente a lo que vivía. No podía cambiar el entorno brutal, pero sí podía decidir cómo enfrentarlo. Frankl analizó que aquellos prisioneros que encontraban un propósito, una razón por la cual seguir viviendo, sobrevivían mejor a las atrocidades. Esto no cambiaría nada del entorno, la brutalidad de los guardias, el frío y el hambre que constantemente se tenía. Pero en ese sufrimiento extremo, la única libertad posible era la respuesta interna de cada persona. A partir de esto, Frankl creó la logoterapia, una forma de psicoterapia centrada en la búsqueda del sentido de la vida. Su conclusión principal fue que, aunque no podemos cambiar nuestras circunstancias, siempre podemos elegir nuestra actitud hacia ellas. Esta perspectiva dio fuerza y significado a su existencia, incluso en los momentos más oscuros. Extrayendo de su auténtico libro una cita, dejaré mi conclusión ante este tema: “Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.” Negar lo que creemos ser nuestro destino no es un acto de debilidad, sino una oportunidad para descubrir quiénes somos realmente y qué queremos ser. No siempre el destino que encontramos es el adecuado, pero está en nuestras manos decidir si lo aceptamos o lo enfrentamos. Al final, somos los únicos que atravesamos ese camino.
- El poder de enfrentar lo que evitamos
En este artículo exploraremos cómo enfrentar lo desconocido puede ser esencial para nuestro crecimiento personal. Desde desafíos cotidianos hasta metas ambiciosas, a menudo nos resistimos a salir de nuestra zona de confort. Sin embargo, aprender a enfrentar estas situaciones puede ser el primer paso hacia un mayor autoconocimiento y desarrollo. A través de ejemplos prácticos, descubriremos la importancia de superar nuestros propios límites autoimpuestos en el viaje hacia una vida más plena y satisfactoria. Muy bien, como ya todos sabemos la zona de confort es aquel lugar en el que te sientes como, no tienes preocupaciones por agentes externos ni internos y todo está como usualmente debería de estar; ahora bien, en muchos momentos de nuestras vidas nos hemos enfrentado a ciertos eventos los cuales prácticamente nos obligan a salir de nuestra zona de confort, por ejemplo, cuando debes hacer una exposición frente a todos en un salón lleno de desconocidos, para aquellas personas que no están acostumbradas a este tipo de escenarios suceden varias cosas, por ejemplo: La voz es temblorosa Sudan excesivamente Tartamudean, entre más. Desde el primer momento en que ya sea anuncian nuestro nombre o pasamos al frente, nuestro cuerpo está en alerta, nuestro corazón a mil por hora y nuestras manos y piernas no dejan de temblar, esto ya que nuestro cerebro interpreta este evento como fuera de todos los registros que normalmente se experimentan en el día, por lo que trata de evitarlo a toda costa, con el fin último de volver a como estabas antes, estoy de acuerdo que es una terrible experiencia, pero déjame decirte algo, es necesaria. Me gustaría decir que el hecho de obligarnos a hacer algo que no queremos es simplemente un punto de inflexión en nuestra vida, es algo totalmente abrumante, pero al mismo tiempo, transformador. Esta es mi filosofía: Entre más hagas lo que no quieres hacer, más consciente eres, pero, entre más evites lo que debes de hacer, más tonto te vuelves. ¿Por qué lo digo? Vamos a ponerlo en un ejemplo práctico, digamos que tu te has propuesto una meta, esta meta es tener una buena nota en un examen o tener un buen rendimiento físico este año, ambas son metas que a simple vista son fáciles de alcanzar, porque solamente requieren una cosa, estudiar más o ejercitarme más ¿Verdad? En realidad sí, es así de simple, pero lo único malo de esto, es que no tenemos un nivel de consciencia desarrollado como para hacerlo fácil, por ejemplo, si es que quieres tener mejores notas debes de estudiar más, claro, pero, ¿Cómo estudiarás más? Pues haciendo más ejercicios ¿Cómo harás eso? Pues dejando periodos largos de estudio ¿Crees que lo harás? ¡Por supuesto!... Cuando estás en tu escritorio no quieres ver el libro porque es un tema muy tedioso de estudiar, no quieres estar más de 3 horas sentado/a estudiando el mismo tema, en cuanto estás sentado tienes sed, hambre, sueño y por alguna razón depresión… Lo que planeamos no es lo mismo a lo que hacemos ¿Por qué? Porque normalmente estudiar 3 horas desde siempre ha sido una tarea difícil, porque no estamos acostumbrados a ello, porque no tenemos la suficiente fuerza de voluntad para hacerlo, esto, porque de manera inconsciente sedemos a lo que dice nuestro cerebo… “Oh, estudiar 3 horas, antes comeré para tener energías, luego, descansaré una siesta por la tarde, para luego tomarme un café y ya iniciar” En esas acciones pasaron 3 horas y ahora, estás exactamente donde querías estar, en tu zona de confort, ahora es mucho más difícil salir y estudiar. Esto ocurre cuando pasa una cosa muy común, simplemente no quieres hacer lo que dices que harás, y esto genera un problema, porque en realidad cedemos de manera casi automática a cualquier cosa que nos aleje de hacer algo que no queremos, eh ahí nuestro problema. Como ya he mencionado antes, el MaCC es aquella parte de nuestro cerebro que crece en cuanto hacemos cosas que no queremos hacer, esto influye al sistema Ejecutivo de nuestro cerebro que es el encargado de nuestra consciencia. ¿A qué me refiero con esto? Entre más hagas lo que no quieres hacer, más consciente eres, pero, entre más evites lo que debes de hacer, más tonto te vuelves. ¿Ahora lo entiendes? Mira, en el camino del desarrollo personal habrá siempre este muro, este que es difícil mover por una simple razón, y esa razón es que debes de tener la suficiente consciencia como para derribarlo, ese muro es la inconsciencia automática que siempre buscas ante cualquier cosa que no te agrada, esa es la que te hace quedarte dormido en tu escritorio al ver 10 minutos tu cuaderno de apuntes. Solo hay una manera de ser mejor en esto, es tan fácil que cabe en dos palabras, solo hazlo. El cómo es solo parte del proceso del "hice", es el resultado, si te falta algo por hacer hazlo, si debes de estudiar un tema que no quieres hazlo, si quieres entrenar más hazlo, a pesar de que duela, a pesar de que no quieras, a pesar de 1000 pesares, debes de hacerlo, es solamente parte del proceso. Yo sigo ahí, al igual que tú y al igual que todos, no trates de verme como alguien que tiene mucha experiencia, solamente soy alguien que no le gusta escribir, ni mostrarse en público, pero dada a mi frase personal This is just Part of the Journey tengo la necesidad de hacerlo. En última instancia, enfrentar lo que evitamos puede ser la clave para desbloquear nuestro potencial más profundo. Al desafiar nuestra zona de confort, cultivamos una mayor consciencia de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. A través del proceso de enfrentar lo que tememos, descubrimos una fortaleza interna que ni siquiera sabíamos que poseíamos y nos convertimos en versiones más auténticas y realizadas de nosotros mismos. Así que la próxima vez que te encuentres resistiendo algo que sabes que debes hacer, recuerda que en esa resistencia yace una oportunidad para el crecimiento personal. Abraza el desafío, persevera a través de la incomodidad y observa cómo tu vida se transforma ante tus propios ojos. Recuerda siempre: entre más hagas lo que no quieres hacer, más consciente serás de tu verdadero potencial y más cerca estarás de alcanzar tus metas más ambiciosas.
- El silencio
El silencio, no estoy seguro que esto les pase a la mayoría de las personas, pero al menos a mí me ha pasado en más de una ocasión; cuando estás tú solo en tu cuarto o en algún viaje, de la nada recapacitas acerca del lugar en el que estás y toda tu trayectoria de vida, escuchas por un intervalo diminuto de tiempo el silencio que tus acciones provocan o, quizás el silencio de tus pensamientos. ¿A qué me refiero con esto? Es que realmente toda nuestra trayectoria hasta ese lugar en específico no ha sido de manera consciente, no en su mayoría, te lo probaré, dime de qué se trataron los últimos 5 reels que viste antes de leer esto, dime qué tanto aprendiste en este día, ¿Qué fuiste a estudiar o qué cosas nuevas has experimentado hoy?, probablemente o no recuerdas o no las has hecho, pero por alguna razón sigues con tu vida, ignoras ese silencio de la respuesta y lo llenas de mucho ruido sintético, esto ya sea redes sociales, salidas, alcohol, y demás… El silencio de nuestras acciones vacías es lo que nos hace depresivos de manera repentina, ya sea porque lo sentimos como un golpe de realidad o simplemente nos deja con pocas energías, cuando vas por la vida haciendo las cosas de manera automática y sin preguntar, sientes un vacío que denominamos propósito, pero, en realidad es el silencio que no puede ser extinguido de manera sintética. He aprendido algo en estos últimos años, y es que ese silencio que te abruma y hace caer en depresión, es el mismo factor que hace que seas exitoso en el ámbito que tu desees. El éxito, esto depende de algo que me gusta llamar métrica, la métrica es aquello por lo que riges algo bueno o malo, por ejemplo, si tu métrica es el dinero, entonces cuando veas a alguien con un carro deportivo asumirás que tal persona es exitosa, por lo tanto, el éxito solamente se rige por la métrica en la que nosotros nos enfocamos. Como decía, el factor de nuestro silencio es la falta de consciencia que atribuimos a nuestras acciones, dicho de otra manera, la falta de consciencia en tus acciones hace que tu silencio te abrume a tal manera de llenarlo con ruido sintético. Definamos un escenario, en este hablaremos acerca de un deportista exitoso, nuestra métrica será cuantos trofeos en toda su trayectoria ha ganado; estamos en una entrevista en la que un periodista le pregunta ¿Cómo lo lograste? —Y aquí viene el mejor discurso motivacional de todos Para ganar todos estos trofeos tuve que perder cientos de partidos, lesionarme docenas de veces y entrenar el doble que todos mis compañeros. Periodista: ¿Puede una persona normal como yo llegar al lugar de una persona excepcional como tú? Para ser una persona que gane todos estos trofeos necesitas pasar por muchas lesiones tanto en partidos como en entrenamiento, debes de exigirle a tu cuerpo cantidades de energías que normalmente no tienes y ser disciplinado Periodista: ¿Solamente eso? Sí, solamente eso… Si quisiéramos sus trofeos solamente deberíamos de trabajar duro ¿verdad?. Pero ¿ Qué se necesita para eso? Se necesita de algo que se llama disciplina y la disciplina no es más que un acto repetitivo consciente que se hace en largos períodos de tiempo. ¿Cómo se puede ser más consciente? No soy neurólogo, soy solamente un aficionado al tema, pero hay una sola manera de salir del silencio de nuestras acciones y es… Hacer lo que no queremos hacer Hay algo en nuestro cerebro que se llama MaCC (por sus siglas en inglés) que es la que crece en cuanto hacemos acciones que no queremos hacer, esta parte es la que está enlazada a nuestro sistema ejecutivo y una de sus muchas funciones de este sistema es que nos permite tener más consciencia. La solución para lo que a mi me gustaría llamar El problema del silencio es simple, pero no muchos quisieran tomarla, ser conscientes requiere mucho de nosotros, tanto, que muchos decidimos quedarnos en nuestro cuarto viendo más reels y dejando el tiempo pasar… Hasta que volvemos otra vez al vacío… Hasta que volvemos otra vez al silencio.
- El Poder Transformador del Dolor
En su libro "El arte de que te importe un carajo", Mark Manson comparte algo genial: todos sufrimos, pero podemos elegir dónde nos duele más. Esta idea se parece mucho a lo que dicen personas como David Goggins, que es como un superhéroe de la disciplina, y Miyamoto Musashi, un samurái legendario y sabio. Todos coinciden en una cosa: el dolor es un buen maestro, y aprender a lidiar con él es súper importante para crecer. Ahora, para entender un poquito cómo funciona esto en nuestro cerebro, hay una parte llamada Corteza Cingulada Anterior (CCA). Esta área es como el jefe que controla cómo reaccionamos cuando estamos estresados o en medio de un problema. Es como el conductor que maneja las cosas en nuestra mente cuando todo parece un lío. David Goggins, el rey de la resistencia, nos muestra cómo enfrentar esos momentos difíciles en la mente y lograr cosas que parecen imposibles. ¿Y qué pasa cuando hacemos ejercicio? Aquí es donde el dolor se vuelve un motor para el cambio. Miyamoto Musashi nos enseña que ese dolor de entrenar y superarse nos hace más fuertes. La CCA, nuestro entrenador interno, nos ayuda a manejar ese dolor y nos empuja a mejorar tanto física como mentalmente. Lo loco es lo que dice Mark Manson, que podemos elegir dónde queremos sufrir más. Es como decir que la cantidad de dolor que aguantamos está relacionada con lo que logramos. En resumen, el secreto para alcanzar nuestras metas más difíciles está en enfrentar ese dolor, ya sea en la mente o en el cuerpo. El dolor, al final, es como un profesor que nos ayuda a crecer. Aprender a manejarlo, ya sea cuando estudiamos, hacemos ejercicio o en la vida diaria, nos da el control para evolucionar. Al final del día, elegir dónde y por qué queremos lidiar con ese dolor es lo que decide hacia dónde vamos en nuestra vida y cómo crecemos.
- El primer paso a la libertad: ¿Quién soy?
¿De dónde surgió la pregunta que nos apremia hoy, con su total lirismo? Como todo movimiento político que cambia las formas en la que un país se maneja, revolución industrial que da vuelta a la cadena de los medios de producción, tratado filosófico de páginas indelebles que abren los ojos a las nuevas generaciones sobre lo que fue, lo que es y lo que será, o lasitud que verterá consciencia sobre el ser; todo comienza por las preguntas. No hay cambios en el mundo por el humano, que no comiencen por las preguntas. ¿Qué tipo de preguntas? Estarás pensando. Me refiero, pues, a esas preguntas que empiezan por sembrar la duda ante el statu quo. La pregunta del “porqué” o “como” son válidas, pero antes de ellas hay otras más fundamentales. Preguntas que muchas veces, se hacen de forma inconsciente y muy rara vez de forma consciente. Dichas preguntas son las que intentan iluminar el camino por el que se transita; de paso, se indaga también, en el camino ya recorrido. De entre las preguntas que buscan fundamentar, la que nos tiene hoy es la pregunta por el ser. ¿Quién es el ser? ¿Quién soy? La pregunta por la identidad propia (aunque este concepto de “identidad” es erróneo para la pregunta) es la pregunta más vieja de toda la humanidad, y la más irresoluble; no porque no se le haya dado solución – aunque ya hablaré de ello – sino porque poca gente se pregunta por el ser, y de entre los que se preguntan, pocos saben responder o alcanzar una verdad un poco más verosímil que la del resto. A pesar de ser la más fundamental, en tanto que define al ser consciente, es la cuestión más irresoluble de entre todas. Talvez pienses que tiene esa costumbre o esa fama, porque no se tiene las herramientas para responder. A lo cual, yo respondo que no es así. ¿Puedes reparar un carro con herramientas quirúrgicas? ¿Puedes cambiar una llanta con un bisturí? Pues, un arrogante o soberbio podría; puede cometer su objetivo por otros medios, sin embargo, no es el más optimo o de mejores resultados. Similar es la pregunta “¿Quién soy?”. Antes de seguir, hay que establecer un método: Como ya nos enseñaba el gran racionalista, René Descartes, todo puede sucumbir ante la débil fuerza de nuestro poder de hacer dudas. La misma realidad sensorial sucumbió ante el poder de la duda del gran filósofo francés, cuando empezó a preguntarse por lo que existe y lo que no. Llegando a su conclusión de “Cogito ergo sum”, lo cual significa “Pienso, por lo tanto, existo”. Descartes no dio pruebas que solo él existe, o por lo menos, que solo existe el ente en tanto que piensa. Debido a que está pasando por alto las propiedades materiales del ser humano. La dualidad cartesiana tiene problemas en tanto que, ¿Cómo puede algo inmaterial tener poder sobre algo material? Es una teoría muy idealista. No hay que culpar a Descartes por no dirigir su pensamiento de forma más materialista, dado que el pensamiento materialista surgió siglos después. Descartes nos ayudó a fundamentar lo que ahora conocemos como la filosofía moderna. También, el filósofo francés no pudo explicar su existencia fuera de su pensamiento dadas las circunstancias materiales en las que se encontraba. Este último punto será importante después. No indagaré en el tema de Descartes porque no es lo que priorizo, sin embargo, si deseas puedes investigar sobre las teorías cartesianas para tener un poco más de claridad sobre lo que expongo, es para mi una dicha. También es mi responsabilidad, recomendarte no solo el estudio de ellas, sino también, la critica contra las mismas. Dicho esto, tomaremos como punto de partida las siguientes conclusiones que podemos abstraer del pensamiento de Descartes: Descartes nos enseñó que el conocimiento verdadero es difícil de acceder, dado que, si algún conocimiento puede ser confrontado por nuestra duda, carece de las cualidades de un conocimiento ultimo y acabado. Lo importante del ser humano es su capacidad de pensar, de pensar que está pensando; o como es llamado: autoconciencia. Y también, de pensar su entorno. Si aplicamos el primer fundamento del gran filosofo del siglo XV, usando un nuevo dispositivo hermenéutico, aplicando ese dispositivo a la pregunta “¿Quién soy?”, se va aclareciendo mis intenciones, o más bien, las vías por las que quiero manejar el siguiente discurso. ¿Quién soy? Si hacemos caso a Descartes, llegamos a la conclusión, o mejor dicho punto de partida, que uno nunca sabe quién es uno mismo, porque siempre, en toda la vida, el ser humano se pregunta quién es. Volviendo a entrar en materia… Este problema de pregunta infinita, se explica por lo que ya mencioné anteriormente, la pregunta está mal fundamentada. La pregunta “¿Quién soy?” remite al ser en tanto que es, es decir, es una pregunta ontológica. Responder a dicha pregunta con las siguientes conclusiones apresuradas, o como yo les llamo, “conclusión del ente”, es erróneo: ¿Quién soy? Soy mis posesiones. Soy mi identidad cultural Soy mi identidad racial. Soy mi identidad social. Soy mi identidad económica. Soy en tanto que me definen… Las llamo conclusión del ente, porque responden a la pregunta del ente, o sea, el ser humano en tanto que se nos presenta y no en tanto que es. Estos son pocos ejemplos con los que se responde. No nos dejamos de preguntar porque, dado lo que abstraemos de Descartes: el conocimiento verdadero es difícil de acceder. Segundo, muchos se rinden de seguir preguntando por el ser, y se satisfacen con la “conclusión del ente”, aunque sigue generando problemas, dado que es una respuesta a una pregunta distinta. Por último, la pregunta está mal formulada, no estamos preguntado por el ente, estamos preguntando por el ser. Por lo tanto, si aceptamos que es una pregunta infinita, que siempre nos preguntamos por quienes somos – tomaré este asunto más adelante, pero por otras razones – y también que confundimos al ser con el ente, cualquier respuesta no será la más cercana a la verdad absoluta, si es que la hay. Pero, ¿Qué es el ser y el ente? Ente vs Ser No confundamos al ente con el ser. El ente es el que se nos presenta y no el que es. El ser es el único que es. El ente en el sujeto tiene características asociadas al ego, por ejemplo, las categorías de la personalidad o lo que define su forma de comportarte, que, a su vez, están determinadas o condicionadas por causas sociales, culturales, biológicas, económicas, etc. Por causas materiales e históricas. El ser solo lo podemos abarcar ontológicamente. El ser no tiene identidad, solo existencia. Como ya nos enseñaban los grandes existencialistas del siglo XXI, como lo es Jean Paul Sartre, lo importante del ser no es su esencia, sino su existencia. Dada tal afirmación, más tarde propondré una ética que ha sido desarrollada dialécticamente. La naturaleza del ser es indescriptible con el lenguaje, el lenguaje nos lleva por las vías incorrectas, sin embargo, los sentidos nos hacen la idea de lo que puede ser el ser. Por ejemplo, la pregunta “¿Qué es la muerte?” Primero, estamos preguntando por el ser de la muerte. La pregunta en tanto que preguntamos “¿Qué es?” esta mal formulada, es un vicio del lenguaje. No podemos preguntar por el ente como si fuera un ser. No podemos saber que es la muerte hasta que morimos. Mientras que nombramos algo es un ente, el ser se conoce desde el no ser. Como dijo Lao Tse en el Tao. “Desde el ser comprendemos su apariencia. Y desde el no ser, su esencia” No nos confundamos el ente con el ser del ser humano al preguntar quién es, o “¿Quién soy?”, de forma más personal. Toda construcción del ente es una co-creación social. También quiero aclarar en este punto algo que quedo pendiente hace algunos párrafos, y es la infinita pregunta por el ser. La respondo hasta este momento, cuando ya es explicada la diferencia entre ser y ente para no dejar cualquier malentendido. ¿Por qué nos preguntamos siempre por quienes somos? Porque como ya he venido exponiendo, estamos preguntando por el ente cuando deberíamos preguntar por el ser. Y al responder con la “conclusión del ente”, nos quedamos satisfechos a corto plazo, sin embargo, ocurre lo contrario a largo plazo. La respuesta que le dimos en el pasado se queda obsoleta ¿Por qué? Porque lo que somos como entes siempre esta cambiando. ¿Por qué? Porque cambia nuestra realidad material, y si seguimos teniendo la misma ideología, nos angustiamos y creemos que no sabemos quienes somos. ¿Quién soy? Las conclusiones a las que quiero llegar en esta ocasión es que diferenciemos al ente del ser, y así, saber que, en definitiva, no somos nada. El poeta ya lo sabía muy bien: “No soy nada. Nunca seré nada. No puedo querer ser nada. Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo. […] ¿Qué puedo saber de lo que seré, yo que no sé lo que soy? ¿Ser lo que pienso? ¡Pienso ser tantas cosas! ¡Y hay tantos que piensan ser esas mismas cosas que no podemos ser tantos!” (La tabaquería, Fernando Pessoa) Cuando Pessoa dice que no somos nada, no significa que literalmente no somos nada, sino, mas bien, lo que pensamos que somos es efímero. Confundimos al ser con el ente, y este último es la construcción social que se nos viene imponiendo. No somos nuestro nombre, porque si nos cambiamos de nombre seriamos la misma persona. No somos nuestro físico, por qué, por ejemplo, si perdemos alguna extremidad, seguimos siendo nosotros. No somos nuestra identidad nacional, porque si algún problema aparece en nuestras vidas, nuestra patria no nos viene a salvar, cabe la excepción, pero en la práctica ningún otro conciudadano se preocupa por nuestras necesidades. No somos nuestra raza, ese concepto proviene de la pseudociencia de siglos pasados para justificar la esclavitud y “razas superiores”. Aquellos que nos identifican por nuestra raza se irían de espaldas al saber que hay más diferencias entre miembros de la misma raza, que entre miembros que distintas. Todos estos ejemplos y muchos otros, son representaciones del ente. Y aún el ente tiene representaciones que carecen de respaldo filosófico o científico, muchas formas del ente son contingentes y relativas. Ética No somos nada porque lo podemos ser todo. Si nos definiera totalitariamente lo que somos como ente, seriamos un algo cerrado y absoluto. Sin embargo, somos seres. Esto nos abre las puertas a la libertad. Distinguiendo entre el ser y el ente podemos librarnos de los yugos del ego. El ego es una forma del ente. La libertad comienza en el restablecimiento después de la lasitud. La libertad comienza después del desarrollo de una consciencia. Somos libres en tanto que sabemos que simplemente somos, no somos lo que nos han dicho que somos, solamente somos. Y podemos ser lo que queramos ser. Somos la relación dialéctica entre el ser y el ente, sin embargo, somo más seres que entes, ya que podríamos ser cualquier ente, pero la voluntad de ser seres es una sola. Por ejemplo, todos somos seres humanos, pero cada ser humano se diferencia por quien es como ente. Lo importante de ser es nuestra existencia y no nuestra esencia. Advertencia Sin embargo, tenemos limites, como entes. Por supuesto que la consciencia abre la libertad, y todo se comienza por saber dónde este uno parado. Sin embargo, nuestras condiciones materiales nos condicionan. O como decía Michael Foucault “El sujeto está sujeto” Estamos sujetos a las causas que nos condicionan. No hay una libertad absoluta material, sin embargo, podemos deshacernos de los vicios del ente o el ego, ideológicamente. Próximamente: ¿Cómo conocerse a si mismo, si es que se puede? Jorge Flores Escritor Instagram: @george.nolook YouTube: @george.nolook
- El Poder Transformador de la Gratitud: Cómo Cultivar una Actitud Agradecida
El agradecimiento es una acción que puede brindarte una mejora significativa a nivel personal a lo largo de tu vida, aunque es una costumbre práctica, suele ser subestimada y poco practicada. En el ajetreo diario, a menudo pasamos por alto una de las herramientas más poderosas para el bienestar y la felicidad: la gratitud. Cultivar una actitud agradecida no solo nos permite apreciar las pequeñas cosas de la vida, sino que también tiene un impacto profundo en nuestra salud mental y emocional. En este artículo, exploraremos el significado de la gratitud y cómo podemos integrarla de manera práctica en nuestras vidas. Descubre cómo este simple acto puede desencadenar una transformación positiva que perdura en el tiempo. La gratitud es una herramienta subestimada pero esencial en nuestras vidas. Nos ayuda a mejorar nuestra perspectiva sobre cualquier día que enfrentemos, a mantenernos en constante apreciación de las pequeñas cosas, de las decisiones y del proceso, permitiéndonos aceptarlos tal y como son. Beneficios de Practicar la Gratitud: Mejora la autoestima: Cultivar la gratitud influye profundamente en tu percepción personal. Te ayuda a reconocer detalladamente tus logros y tu situación actual. A menudo somos críticos con nosotros mismos, no apreciamos suficientemente los logros que hemos obtenido en la vida. Todos los logros, grandes o pequeños, merecen reconocimiento y valoración. Aclara tu día: En momentos difíciles o dolorosos, practicar la gratitud puede ofrecer una perspectiva diferente. Aunque pueda parecer un juego de palabras, siempre se puede estar en una situación peor. Detenernos y reflexionar sobre lo positivo en medio de las dificultades puede traer consuelo y un cambio de perspectiva. Ejercicio Práctico Cuando te sientas abrumado y las situaciones parezcan estar superando tu paciencia, repite para ti mismo: "Soy responsable de mis emociones". Este simple recordatorio, que aprendí en un seminario llamado "Fénix", puede ayudarte a recuperar la calma. Luego, toma un momento para escribir tus problemas y posibles soluciones en papel. Sé coherente en ellas. Después de tener tus respuestas, tómate un momento para reflexionar sobre ellas y agradécete a ti mismo por proporcionarte las respuestas a tus propios problemas. Puede que no funcione a la primera, a decir verdad, las buenas cosas no suceden a la primera, debes de darte tiempo, debes de ser constante en su práctica, yo lo que he querido implementar en estas situaciones es, caminar desde un punto lejos a mi casa, puede que no todos estemos en esa disposición a veces, ya sea por disposiciones externas o internas, pero hablando desde mi propia experiencia, caminar es solamente un herramienta para realmente analizar todo lo que haces, tienes y eres, luego, esa herramienta la fusionas con el respirar detenidamente, a esa le agregas el mirar el cielo y sus paisajes nublosos y ya tienes una buena receta de autoanálisis justo para ser servida. Nota importante: antes de iniciar el camino, debes saber en donde estás, lo que yo recomendaría es permanecer en el presente, en el lugar en donde estás, de la manera en la que te sientes y con los problemas que exactamente tienes en ese mismo instante, plantéate una sola cosa, este día es el último día de mi vida, al dormir pierdo toda percepción del tiempo, lugar y pensamientos, por lo tanto, todo lo que haga en este día, será prácticamente, todo o que hice en mi vida. Esto lo he estado analizando, desde mi perspectiva, nosotros somos meramente un conjunto de recuerdos, decisiones y circunstancias pasadas, sin embargo, no me gustaría declarar que somos lo que hemos sido, sino más bien, somos lo que somos en el ahora, todos esos recuerdos, esas decisiones y circunstancias resultan en el ahora, por lo tanto, si no tenemos posesión de lo pasado ni mucho menos de lo futuro lo único restante es lo presente. En última instancia, la gratitud no solo es una actitud, es una forma de vida que puede transformar la manera en que experimentamos el mundo. Al reconocer y apreciar lo que tenemos, no solo encontramos alegría en las pequeñas cosas, sino que también fortalecemos nuestra resiliencia frente a las dificultades. Invito a cada uno a integrar la gratitud en su día a día y descubrir cómo este simple acto puede llevarnos a una vida más plena y significativa.
- Los momentos
A lo largo de la vida, inevitablemente nos encontramos con momentos difíciles. A veces, todo parece ir según lo planeado y de repente, ¡boom!, surge un desafío inesperado. Desde mi perspectiva, considero que estos momentos difíciles tienen diferentes niveles de impacto. Algunos pueden ser relativamente insignificantes, como olvidar levantarse temprano y perder el autobús. Lamentablemente, llegar tarde a clase y sentirse incómodo en el camino es la consecuencia. Sin embargo, es algo que se puede remediar. Puedes ajustar tu horario, compartir apuntes con un compañero y listo. Es un contratiempo que, aunque sea incómodo, no tendrá un efecto duradero en tu salud ni en tu futuro. Luego están los momentos más significativos, esos en los que la duda se instala. La duda puede ser incómoda pero también es necesaria. Nos lleva a analizar a fondo nuestros motivos, nuestros objetivos y nuestro progreso. A menudo, la encontramos en los momentos de transición, como cuando te esfuerzas por implementar un nuevo método de estudio y organización. Todo va bien hasta que llega la semana de evaluaciones y te enfrentas a la prueba definitiva. Es en este momento donde la duda puede aparecer. Te preguntas si estás en el camino correcto, si has hecho lo suficiente, si tus objetivos están claros. Desde mi experiencia, veo la duda como un punto de inflexión. Puede ser el punto de partida para una mejora significativa. Si logras responder esas cien preguntas con respuestas coherentes y aún estás dispuesto a perseverar con el mismo método, enfocándote en mejorar en las áreas restantes, ten la certeza de que, después de muchos intentos y dudas, alcanzarás tu objetivo. Recuerda, un proceso va desde el inicio hasta el punto intermedio, antes de llegar al final. Es el punto medio, a menudo olvidado en los discursos motivacionales, donde las cosas se ponen difíciles, donde parece que todo está empeorando. Pero ten en cuenta. Cuando sientes que estás lejos del final, es cuando tu comienzo puede parecer más cerca que nunca. Este momento puede ser un impulso o un punto de partida. Si lo tomas como un impulso, te ayuda a entender tu propósito y objetivos más profundamente. Sin embargo, si enfrentas cien preguntas con otras cien preguntas, es una señal de que es hora de considerar nuevos comienzos, de reevaluar tus objetivos. ¿Cómo hacerlo? Permíteme compartir mi experiencia contigo: 1. Conoce tu punto de partida Antes de saber a dónde quieres ir, es crucial entender dónde te encuentras. Haz una lista de tus fortalezas y áreas a mejorar. Sé honesto contigo mismo. ¿Qué habilidades posees? ¿Qué te apasiona? ¿Cuál es tu punto de partida? 2. Define tu destino Una vez que tengas claro dónde estás, elige un objetivo y divídelo en metas más pequeñas y alcanzables. Si aspiras a correr un maratón, establece metas como correr todos los días, ejercitarte en días laborables, descansar adecuadamente después de cada sesión. Haz que sean tan simples que no puedas evitar cumplirlas. 3. Regálate tiempo En medio de las obligaciones diarias, no olvides dedicarte tiempo a ti mismo. Reflexiona sobre tus avances y aprendizajes. Recuerda, el día tiene 24 horas, ¿Cuántas te reservas para ti? Este artículo refleja mis propias experiencias en momentos de cambio. No te proporciono una fórmula infalible para la vida, solo comparto lo que he aprendido en el camino. El cambio puede ser desafiante, especialmente cuando eres tu propio motor y tu propio obstáculo.
- Mi verdad #2
En ocasiones pensamos de más las situaciones de nuestra vida, hablo clara y específicamente por mí. Antes de un momento decisivo nos movemos inmediatamente en el futuro y el pasado de la situación, descuidando completamente el presente. Al tomar una decisión, o estás en un momento decisivo, no estamos acostumbrados a la tranquilidad, nuestro sistema nervioso toma el control de nuestras emociones, lo que hace que reaccionemos de manera compulsiva e irracional, he oído decir que debes de controlar tus emociones y sentimientos, sin embargo, esa situación o respuesta no tiene una guía definitiva para saber actuar de manera consciente. Cada pensamiento, cada acción y sentimiento es específico, el miedo, por ejemplo, no se manifiesta de igual manera en todos, la alegría igual, realmente las emociones nos hacen diferentes de otros, el pensamiento es de todos, las emociones es de uno. Estoy a punto de pasar por una situación sobre-exagerada por mí mismo, es solamente un examen, es solamente una evaluación, para los que tienen un objetivo claro es solamente un peldaño más por el cual pasar, para los que no tienen un objetivo claro, es únicamente un obstáculo. ¿Para mí? Para mí es una situación de aprendizaje, realmente estas situaciones a lo largo de mi vida me han hecho correr, llorar y en muchas ocasiones rendirme, pero de ahora en adelante, no haré lo mismo que las veces pasadas, yo iré a la situación y pasaré por ella, con vigor teniendo miedo, con valentía teniendo desconfianza, con disciplina queriendo ser indisciplinado, mirando al frente queriendo apreciar el pasado. Así es como lo tomo yo, no dejes de tener miedo, úsalo mostrando tu valentía, para mí, un valiente es aquel que con miedo actúa y no corre, un disciplinado es aquel que queriendo dormir se levanta por las mañanas a hacer ejercicio, un fuerte es el que sigue careciendo de fuerzas. Las emociones no están bien ni están mal, no puedo categorizarlas, pero si puedo usarlas, usa tu miedo para ser valiente, usa tus lágrimas para pelear, ¿cómo? No tengo idea, no soy quien eres, tú no eres quien soy. Pero si puedo decirte algo, en ese momento decisivo, sé lo más consciente posible para apreciar tus opciones, CORRER, o Pelear corriendo Es tu decisión, es tu vida, lo que quiero, es que no te quejes de las consecuencias de ellas, yo iré, con miedo estaré, pero con vigor pasaré, porque esa es mi decisión, no importa como saldré, este es mi único camino por el momento, solamente tengo estas dos opciones: Llorar o pelear llorando. El uno, ya sé lo que es, lo he estado haciendo todo el tiempo, no me dará el resultado que quiero y de esto me respaldo de una cita: “Loco es aquel que piensa que haciendo las mismas cosas tendrá un resultado diferente” El otro, no sé qué habrá luego, no sé si dolerá, pero realmente quiero pagar el precio de esa decisión, al fin y al cabo, seré yo el único partícipe de mis consecuencias, lo único que pierdo es el saber, lo único que gano es el saber. Pueda no tener sentido para ti, pero lo tiene para mí. —Luego de mi acometido Luego de este acometido puedo decir que todo mi sistema nervioso fue controlado, y sin duda alguna y sin ningún afán por ser alguien o demostrarte que soy alguien, puedo decir que soy un líder innato de los momentos decisivos, al momento en el que ese papel con tan poco significado tocó mi mano, todo en mí ser fue ordenado, desde las melodías motivacionales de antes de la batalla hasta las que pude haber escuchado una vez solamente. La conciencia gobernó el miedo, el miedo ahora hacía lo que yo quería, no en su margen absoluto, pero sí en su margen parcial, a pesar de que todo estaba fluyendo, a pesar de que todo estaba de la manera en la que quería, mis ojos y todo mi ser aún tenía fiebre, fiebre de la situación, fiebre de la emoción, fiebre del coraje, pero NO fiebre por el miedo. Probablemente he logrado dar un paso más, probablemente ha sido una pequeña parte de todo el camino, pero ahora sé que probablemente puede ser un pequeño paso en delante y no un paso hacia atrás. Esta solamente es un situación por la que he pasado, su cuestión en significancia se la asignas tú desde tu perspectiva y yo desde mi realidad, solamente espero que puedas ver lo que a mi me pasa en mi proceso, no quiero mostrarte aún los resultados porque es lo más fácil, no quiero tampoco mostrarte situaciones para lástima, porque me repugnaría a mí mismo hacer eso solamente por atención o validación. Gracias por permitirme tu activo más importante, tu tiempo.
- Mi verdad #1
Siendo extremadamente honesto, no me arrepiento de lo que he escrito en mi blog de miedos, creo que estoy en la situación pura de la problemática, en donde la mayor parte de las cosas que he estado haciendo o que me han pasado están inundándome. Primero, a lo largo de mi horario, no me había percatado de mis horas de trabajo y horas de descanso, a pesar de que hablo mucho acerca de no sobrecargarse a uno mismo, he caído en la frase de “no se puede ser inconstante tratando de ser constante”. La mayor parte del día si lo cumplía, sin embargo, cuando tú sabes el ritmo natural que llevas, te fijas o “sientes” perfectamente cuando tu ritmo cambia, en ocasiones, cuando hay un fallo en específico, se analiza, luego se pone en práctica una solución, sin embargo, cuando tienes la mente en blanco, los parpados involuntariamente tiemblan, tu cuerpo hace movimientos que no tienen patrones y tu corazón se acelera, no sabes qué hacer. El miedo inunda tus pensamientos y tus pensamientos fluyen por todo el corriente consciente, está bien tener miedo, pero no está bien que el miedo te tenga a ti. Ahora, hablo con mi propio consciente y subconsciente. A pesar de que tus parpados tiemblen cada segundo, debes enfocarte en una cosa que ya tienes estipulada. ¿Qué eres? Soy un conjunto de experiencias vividas, mis comportamientos, acciones y principios son aprendidos a lo largo de mi exposición a la sociedad. ¿Quién eres? El “ser”, quiero decir que soy “Christopher” no por el hecho de que es el nombre el cual me indica un papel, sino, porque he conocido el “ser”. ¿Y quién soy? Soy Christopher, y eso significa que tengo tanto un inicio y un final, poseo consciencia y también inconsciencia, poseo decisiones y también me expongo a circunstancias. ¿No es tan profundo? Bueno, una lección en “The Voice Of Knowledge” me enseñó algo, realmente estamos enfocados en la complejidad de la vida, el “ser” no tiene por qué ser tan inmerso a controversia o también a profundidad analítica o filosófica, quiero decir de manera muy vaga, pero al mismo tiempo satisfactoria que el “ser” es lo que “soy” el “ser” no es lo que fuiste, el “ser” no es lo que serás, el “ser” es lo que eres ahora. ¿Quién soy ahora? Alguien que lucha con su propio miedo, que está escribiendo para dar una experiencia verídica para sí mismo y para los que la lean. ¿Qué quieres? Tener más fuerza que el miedo, que los sentimientos sean un cuadrante controlado, que mis reacciones no predominen en mi proceso, la disciplina, constancia, eso es lo que importa, seguiré tratando hasta conseguir lo que deseo, quiero ser el dueño de mi frase, la frase que quiero conocer y quiero que conozcan. Trataré treinta más “n” veces hasta conseguir mi objetivo A pesar de todo el miedo es importante para conocer que tus límites no están en donde crees que están, tus límites cognitivos sobrepasan mucho lo que crees, las pruebas hacen que tus conocimientos salgan a la luz. Sin embargo, a pesar de entrenar mucho la mente, también debes de ser equitativo con tu cuerpo. He aprendido por la mala, tengo ahora una condición pequeña que se puede tratar, sin embargo, he corrido con suerte, a pesar de que mi presión es elevada, que mis nervios deben de ser controlados con pastillas cada 8 horas, agradezco porque pude estar peor y realmente he estado mucho peor. Los síntomas previamente mencionados solo eran síntomas de una condición por estrés intenso que había puesto sobre mí. He aprendido algo este día, al momento de utilizar una balanza, ambos lados deben de estar sincronizados para que el trato sea lo más justo posible, ¿no es acaso esto cierto? Cuando querías comprar hace mucho tiempo, debías de pagar el precio justo en peso de las monedas. Por ejemplo, querías comprar un corcel, el vendedor mencionaba un peso en monedas de plata o de oro, se ponía el peso estipulado por el vendedor y luego el peso en monedas del comprador y si se llegaba al balance, se concluía un trato justo y terminaba el trato. Ahora, ¿Qué tiene que ver esto con la lección? Lastimosamente me he estado haciendo trampa hacia mí mismo, he enfocado todo mi esfuerzo y técnicas a una sola de mis partes de la balanza, he agregado pesos falsos a mi balanza para que simulara un equilibrio exacto, sin embargo, los hechos tarde o temprano relucen y en este caso lo hizo mi cuerpo. No había enfocado mucho esfuerzo en cuidar mi salud, en cuidar mis estados de descanso, sí, es cierto, he tenido buenos resultados en estas evaluaciones, pero, ¿soportará mi cuerpo más si sigo de la manera en que voy? No lo creo. Hey, esto no es para dar lástima o exponerte mi problema y que tengas compasión, realmente no la necesito, lo que quiero mostrarte es que como lo he mencionado en mi podcast “sigo siendo un aprendiz de esto que llamamos el día a día” además, recuerdo haber mencionado que sería lo más realista posible, este camino de la mejora continua no es fácil, ni mucho menos directa, por lo menos en mi caso, quiero decirte que aun cuando llevas una racha de victorias puedes caer, aun cuando llevas una racha de derrotas puedes ganar, no quiero mostrarte mis logros porque eso es fácil, quiero mostrarte el proceso entero, a lo mejor no todo, porque no tiene sentido contarte mi vida, pero, por lo menos una parte de mi proceso. Honestamente estoy aburrido de cierta manera como muchas personas hacen ver el cambio algo fácil y sencillo, que en cuestión de días puedes cambiar con solamente mencionarte la palabra “disciplina”, pero, ¿eso qué significa para ti? ¿Qué es disciplina? ¿Cómo se efectúa en ese punto de inflexión en el que pasaremos en un momento importante? Gracias por permitirme tu activo más importante, tu tiempo.
- Fear
El miedo no es más que la adrenalina tomando el control de todo tu sistema nervioso y dandole descargas de dopamina de manera no lineal, dado esto, nosotros como lo necesitamos todo conceptualizado, le dimos un nombre e incluso estudios que pueden manejar desde cierta manera este concepto. De cierto modo, el miedo es parte vital de nuestra vida, es lo que nos hace reaccionar de mil y un maneras para solventar una problematica en su estado más puro. ¿Estado puro? Denomino una problemática pura a aquella que se compone de manera compuesta, es decir, tiene exactamente todos los elementos para que pueda suceder una situación que nos ponga en problemas, por ejemplo. Desde el ámbito educativo. El día de mañana rindes un parcial, has estudiado con método pomodoro y uno de Brain map, no estas confiado, pero haz practicado lo suficiente para saber lo que podría venir y tratar de resolverlo en el menor tiempo posible. En el resto del día haz practicado unas pocas horas más para no saturarte y así estar listo para dormir, sin embargo, a la hora de descansar, inmediatamente se desata una pelea a muerte entre felinos para defender el honor de su amada en tu techo, no estaba dentro de tus planes no poder dormir toda la noche por esa ruidosa pelea, sin embargo, dormiste no alrededor de seis horas, ya lo haz experimentado, por lo que sabes manejarlo. Al día siguiente sales a tiempo de tu casa para esperar el bus de la universidad, por lo que, no te afecta de cierta manera el no dormir bien porque puedes dormir una siesta en el bus, sales de tu hogar, para ver desde lo lejos una cola extensa que cubre toda la calle, hay tráfico, tienes poco tiempo, tienes tu examen en dos horas y con camión normal dura una hora y media el trayecto, decides actuar, caminas hasta llegar a un punto en el que estas cansado, pero ganas tiempo para llegar al punto donde ya no hay tráfico. Tomas los buses correspondientes a la universidad, entre el tráfico, la espera y el mal sueño lo único que te espera es llegar a la universidad para poder realizar ese exámen, ya no piensas en qué tan bien harás el exámen, piensas en siquiera poder llegar y realizarlo. Después de todo, llegas y das un gran respiro. Descansas unos diez minutos y te dan el examen. Al mirarlo, tu mente de manera casi instantanea no recuerda absolutamente nada, la ansiedad, estrés y miedo que tenías por llegar a la universidad ahora te invaden de nuevo, ahora toman control de tu consciencia, ahora no sabes que hacer, tienes 30 minutos para realizar tu examen. Todo lo que pudo retrasarte, te retrasó, sin esta ser tu culpa en lo absoluto; te dormiste temprano, pero no dormiste bien por la pelea, despertaste temprano, sacrificando las horas faltantes para tu otro ciclo de sueño, había tráfico, por lo tanto no llegaste media hora antes de tu parcial. La situación te puso en una problemática en su estado más puro, que a lo que ahora espero entiendas, no es tu culpa, sin embargo, esto no define tus resultados. Planteémos este estado, no sabes qué hacer en lo absoluto, no recuerdas nada, escuchas demasiado ruido en las aulas pero nadie habla, sientes que todos tus sentidos nerviosos te presionan por el sueño y sientes que tus energías son bajas. Ahora tienes 25 minutos… ¿Qué haces? ¿Dejas el parcial y no importa? ¿Eres así? ¿Podrás recuperarte? ¿Por qué estoy acá? Alguien pregunta: -¿Cuanto tiempo queda? -Diez minutos… ¿Cuando pasó tanto tiempo? ¿Cómo lograré hacerlo? Ahora, en estas situaciones ser racional es lo más importante, tienes menos de diez minutos, rendirte no va al caso, te haz esforzado lo suficiente como para no responder nada, tratas de recordar acrónimos que hiciste en tus métodos de estudio, entonces repites en tu mente y en voz baja “a”, “e”, “i”, “o ”, “u”. Lo haces de manera muy mecánica y rápida… Ahora solamente escuchas las vocales, ahora solo estás tú, ahora solo te enfocas… Luego, es cuando tu mente despierta. “a”- El teorema fundamental del “algebra dice que por cada polinomio P(x) con coeficientes complejos existe por lo menos un número complejo donde el polinomio resulta a cero. “e”- La integral de e hacia potencia “n” es e a la potencia “n” más una constante. ”i”- Las potencias de i que sean muy altas se pueden dividir entre “4” y el residuo de la división será la nueva potencia de “i”. “o”- Dada la integral la cotangente par debemos de utilizar las identidades trigonometricas para poder dividirlas de manera polinomica. “u” - Cuando dentro de la integral tenemos la función y su derivada podemos utilizar el cambio de variable como “u” igualando la función y du derivandola para luego sustituir. Tu mente ahora recuerda todo lo que haz estudiado por medio de la repetición constante de unas simples vocales, haz practicado tanto decirlas y nombraslas que ahora los procesos son tan mecanicos que puedes hacerlo demasiado rápido sin equivocarte. Alguien pregunta: -¿Cuanto nos queda? -Cinco minutos… En cuando escuchas la cantidad de tiempo, sin importar las posibilidades de lograr hacerlo, sin importar realmente lo que podría o no pasar, sin importar la nota, empiezas a realizar todo el parcial que estipulaba 30 minutos de su realización en todo lo que te queda, que en realidad en el flujo de trabajo en el que estas, el tiempo es tan relativo y con tan poca importancia. Estas en tu último ejercicio y ya se está pidiendo por la papeleta, ahora el tiempo si es importante, pero sin importar nada realizas mecanicamente cada paso, cada suma sin verificar, cada integral, cada identidad sin nisiquiera parpadear; cuando repentinamente, ves como se te arrebata el parcial al momento exacto de dejar de presionar la papeleta. Das un gran respiro, ahora puedes reflexionar acerca de todos los ejercicios, respuestas y errores que probablemente cometiste, pero ahora, ¿ tiene importancia? ¿ qué puedes cambiar? Las preguntas de esa indole son tan importantes como las primeras que te hacían perder tiempo para la realización de tu parcial, pero la que yo considero que si es muy útil es: ¿qué hubiera pasado si lo hubiera entregado y rendido? ¿tú qué crees? Desde mi punto de vista, cuando nos enfrentamos a situaciones puras como las descritas, el miedo, pánico y preguntas inundan nuestras mentes, todo nuestro lado consciente es dominado totalmente por nuestro miedo, nuestro corazón palpita de manera más rápida y podemos hacer dos cosas, ceder al miedo, dejar que el miedo nos tenga a nosotros, o, actuar con todos los recursos que disponemos sin importar los resultados. Escucho esto en un discurso motivacional que me ha agragado mucho, que menciona: ”Está bien tener miedo, lo que no está bien es dejar que el miedo te tenga a tí” El miedo nos impulsa a conocer nuestras capacidades en situaciones de problemática pura. El miedo no es un sentimiento agradable, a nadie le gusta tener miedo, sin embargo, debemos de aprender a actuar con el, eliminemos el factor pregunta, eliminemos el futuro cuando tengamos miedo, actuar desde ese estado es un paso adicional para poder controlar tu mente y así desbloquear tus capacidades de una mejor manera. ¿La reflexión? Esa te la asigno esta vez a tí...
- Hábitos- ¿Cómo las pequeñas cosas hacen grandes logros? P3
Bienvenidos a esta la última parte de “hábitos” en este, trataré de darte un pequeño resumen acerca lo que para mí son ejemplos importantes para percatarnos de la importancia de varios factores en nuestro día a día, desde nuestro entorno hasta los momentos de decisión. Tomo este, como mi espacio para “filosofar”, entonces, permíteme expresarte mi idear: ”Un año, es un conjunto de meses, los meses son conjuntos de días, los días un conjunto de horas y las horas de minutos. Todos sabemos eso, pero, ¿por qué nos enfocamos en el mañana sin tener el ahora? ¿Por qué queremos los años sin tener los minutos?” Nuestros objetivos mayormente son datos a futuro, sin hacer mucho en el presente, mayormente queremos lo que seremos y no arreglamos lo que somos, culpamos lo que fuimos pero no arreglamos en lo que nos convertimos, la vida, desde muchos aspectos solo es un conjunto de segundos, que se convierten en horas y luego días, pero lo visualizamos al revés. No me tomes a mal la idea, no es malo tener objetivos a futuro, lo que para mí lo que realmente lo hace malo es que únicamente ideamos la identidad, logros y aspectos de nuestra vida a futuro haciendo las mismas cosas todos los días y eso desde cierto punto es incoherente si no se hace de la manera correcta. No sé a ciencia cierta quien dijo esta frase: ”Loco, es aquel que piensa que haciendo las mismas acciones tendrá diferentes resultados”. De cierto modo, representa lo que hacemos de manera constante, mantenemos nuestras metas enfocadas únicamente en el futuro, aspiramos mucho en el día que viene, pero no tomamos en cuenta que lo que realmente importa son los segundos en que tenemos conciencia, es decir, no planeamos lo que tenemos, planteamos lo que queremos. No queremos arreglar lo que somos, pero sí lo que podríamos ser. No luchamos con lo que tenemos, pero nos sentimos preparados para lo que viene. ¿Cuál es el punto de todo esto? Creo que he sido muy claro al inicio de estas secciones al mencionar que lo que realmente hace la diferencia en alcanzar la meta, es el progreso constante, piensa, ¿Qué diferencia realmente al ganador y al perdedor de una competencia? Ambos tienen el mismo objetivo, ganar a toda costa, entonces ¿La meta hace al ganador? Desde mi punto de vista no, el objetivo es algo en lo que todos nos podemos fijar y mantener enfocados, es fácil concentrarte en algo grande como lo es la meta, lo que realmente es difícil es enfocarnos en los pasos a dar para alcanzar esas metas, en qué es lo que estamos haciendo hoy para que el día de mañana estemos más cerca de lo que queremos, eso, desde mi punto de vista y experiencia es lo que hace la diferencia, el enfoque del proceso y no de los resultado hace la diferencia en las competencias. Al enfocarnos en nuestros pasos deconstruimos nuestros objetivos; esto puede ayudarnos a visualizarlos en menor escala para que sea más fácil realizarlos y acercarnos al objetivo que queremos obtener, cada objetivo tiene un camino, cada camino una serie de pasos y cada paso una sola decisión. Así lo tomo yo, cuando quieras hacer algo grande, primero aprende a deconstruirlo para conocer lo que realmente está a tu alcance. La importancia de los pequeños pasos A lo largo de mis pocas experiencias siendo disciplinado puedo mencionar que cambiar mi enfoque ha sido parte decisiva en mis resultados, ya que, al inicio nada parecía funcionar de la manera en la que había planeado, sin embargo, al adentrarme un poco más en mis objetivos y el significado que tenía para mí lograrlo, tomé una decisión que alteró mis resultados en todos los aspectos. Esta fue, cambio de enfoque, esta como tal no es una técnica muy meticulosa que te ayudará a que de ahora en adelante todos tus planes serán totalmente grandiosos y perfectos, en lo absoluto, sin embargo, te dará una herramienta para mantener un orden lógico de tus metas. Te pondré un ejemplo: Al inicio de mi ciclo en la universidad mi objetivo eran calificaciones arriba de ocho en absolutamente todas las materias, ¿Cómo lo haría? Fácil, estudiando, ¿Cómo se hace eso?. fácil, anotando todo lo que está en la pizarra, haciendo ejercicios todo el tiempo y no distraerme por nada ni por nadie. Fallé, tuve un paupérrimo resultado en todas y cada una de mis evaluaciones, sin lugar a duda había estudiado cada uno de los temas propuestos en las evaluaciones, sin embargo, no había puesto en practica ni un solo método de relajación, respiración, ni mucho menos un espacio para descansar mientras estudiaba, únicamente estudiaba en cada momento; esto causó algo llamado burnout que más adelante lo explicaré, pero en poca palabra es la incapacidad de poder trabajar a tu máxima o si quiera mínima capacidad. Entonces, mi enfoque ahora fue solamente en el método pomodoro y los descansos prolongados de 15 minutos partiendo de ahí, no solo mi cinco mejoró a nueve, sino también mi autoconfianza mejoró de cero a cinco. Está más que claro que no fue instantáneo el cambio, seguía fallando en evaluaciones aún con ese método, sin embargo, la constancia y la disciplina hacen que los cambios resalten a lo largo del tiempo, el punto no era hacerme sentir bien de manera instantánea, sino, aprender el arte de la disciplina en estas técnicas muy simples y básicas y no apegar mis decisiones por los sentimientos de impotencia ni resultados bajo la expectativa. Este es un ejemplo muy repetitivo, sin embargo, aprecio en gran manera haber pasado por un momento muy difícil dentro del ámbito estudiantil, ya que, de no haber sucedido habría estado cometiendo los mismos errores hasta el día de hoy. Esto no es con el fin de “engrandecer” lo “bien” que lo hice, sino, tratar de ser lo más real posible, es mentira que de manera repentina cuando cambias un hábito ya todo mejora, se tiene que ser constante, tienes que mantener el ritmo y a pesar de que aparente no resultar nada, debes de seguir hasta que logres tus objetivos y i al final no se logra, hay muchos caminos más que llevan al mismo fin. Ejemplos Además de mi poca experiencia dentro de este ámbito me gustaría mencionarte alguna técnicas que me han llamado la atención en el libro “Atomic Habits” y que realmente me han ayudado a practicar el arte de las pequeñas cosas. Regla de los dos minutos En el libro Atomic Habits James Clear menciona en su libro cómo algo tan simple como reducir una tarea a tan solo dos minutos puede hacer que sea mucho más fácil comenzar y construir un hábito duradero. Podría decir que esta técnica me ayudó para establecer mi hábito de hacer ejercicio, cada vez que no quería hacer ejercicio o que mis energías eran demasiado escasas, lo que realizaba era algo simple, únicamente levantaba mi silla que está en mi escritorio y la subía a mi cama para que así tuviera espacio para hacer ejercicio, al momento en que yo me levantaba de la silla para posicionarla en mi cama aprovechaba todo lo restante de mis energías para inmediatamente hacer ejercicio de calentamiento lo que me impulsaría a hacer realmente el trabajo duro. La importancia del entorno Explora cómo pequeños cambios en tu entorno pueden tener un impacto sorprendentemente grande en tus hábitos. Te daré un ejemplo que está en el libro y que me pareció muy interesante al respecto. En la estación de tren de King's Cross, había un problema común: la mayoría de las personas optaban por tomar el elevador en lugar de usar las escaleras para subir desde los andenes. Esto contribuía a la congestión en el elevador y a la falta de actividad física de los pasajeros. Para abordar este problema, los administradores de la estación decidieron realizar un experimento simple pero efectivo. Colocaron una señalización clara y llamativa junto a las escaleras que decía algo como "Toma las escaleras en lugar del elevador para estar en forma". Además, pintaron las huellas de unas zapatillas en el suelo que iban desde los andenes hasta la parte superior de las escaleras, indicando visualmente el camino. El resultado fue sorprendente. La cantidad de personas que optaron por usar las escaleras en lugar del elevador aumentó drásticamente. Pequeñas modificaciones en el entorno, como la señalización y las huellas en el suelo, hicieron que la opción de tomar las escaleras fuera más atractiva y fácil de seguir. Esto llevó a un cambio en el hábito de las personas, ya que comenzaron a elegir activamente las escaleras en lugar del elevador. Esta historia resalta cómo incluso pequeños cambios en el entorno pueden influir en los hábitos de las personas y conducir a resultados significativos a largo plazo. Es un ejemplo poderoso de cómo la modificación sutil del entorno puede hacer que las acciones deseables sean más accesibles y atractivas, lo que a su vez conduce a la formación de hábitos positivos. La acumulación del interés compuesto Supongamos que estás tratando de mejorar tus habilidades de escritura y has establecido el hábito de escribir solo 200 palabras al día. Puede parecer una cantidad pequeña, pero es una meta alcanzable y sostenible. Día 1: Escribes 200 palabras. Día 2: Nuevamente, escribes 200 palabras. ... Día 30: Sigues escribiendo 200 palabras al día. A primera vista, 200 palabras al día pueden parecer insignificantes, pero aquí es donde entra en juego la acumulación del interés compuesto de los hábitos: Después de un mes (30 días): Total de palabras escritas: 30 días x 200 palabras/día = 6,000 palabras. Después de tres meses (90 días): Total de palabras escritas: 90 días x 200 palabras/día = 18,000 palabras. Después de un año (365 días): Total de palabras escritas: 365 días x 200 palabras/día = 73,000 palabras. En solo un año, habrás escrito 73,000 palabras, todo gracias a la constancia de escribir solo 200 palabras al día. Esa acumulación constante de pequeñas acciones diarias ha generado un resultado significativo en términos de mejora de habilidades y producción escrita. Esto ilustra cómo la consistencia en hábitos pequeños puede conducir a resultados sorprendentes a largo plazo, similar a cómo el interés compuesto puede hacer crecer una inversión financiera con el tiempo. Resumen A lo largo de estas tres secciones he tratado de darte una explicación general que aún carece de muchísima información que agregar acerca de los hábitos, la importancia que yo le doy y también aquellos factores a lo que considero muy útiles a tomar en consideración si tu quieres interesarte más por este desarrollo. Quiero que sepas que el cambio el lo único constante en la vida, que si empiezas no siempre tendrás resultados descomunales a la primera semana, este es un proceso, no te sientas mal si fallas, porque eventualmente todos lo hemos hecho, no sientas miedo a tratar otro método de estudio, trata de salir de tu zona de confort e investigar de personas que tienen una disciplina mayor a la tuya y pregúntales sus métodos, para que así tú puedas aprender de todos al mismo tiempo. 1- Falla, el único camino al éxito siempre es después del fallo. 2- Disciplina, todo a manera de constancia tiene un resultado el control de las emociones por sobre tus objetivos es un arte muy compleja pero útil en la vida. 3- Descansa, el trabajo duro es de cierta manera aceptable, pero no, si lo haces de manera desordenada, a veces es tiempo de trabajar y otras de descansar, recuerda, no trabajas si no descansas, ponle tú la importancia a la que consideras que es fundamental y dependiente de otra. Me despido sabiendo que llegaste hasta acá, muchas gracias por prestarme tu activo más valioso, tu tiempo, permanece al tanto del blog y ¡Suscríbete!











